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Luchan por la vida en las calles
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| Bomboncito y Tachuelita, respectivamente |
Por Beatriz Britney
Río Bravo, Tamaulipas.- Un payaso es un
personaje estereotípico representado comúnmente con vestimentas extravagantes,
maquillaje excesivo y pelucas llamativas. Por lo general se le asocia con un
artista de circo, cuya función es hacer reír a la gente, gastar bromas, hacer
piruetas y en ocasiones trucos divertidos.
Para “Tachuelita”, su oficio no es la excepción, va y viene en los transportes colectivos ofreciendo actuación en compañía de “Bomboncito”, su socio, haciendo reír a los pasajeros ocasionales.
Se llama Adam Vázquez Paulín, de la ciudad de Matamoros y de 21 años de edad, y según él, su trabajo es un arte y está contento con lo que hace; dijo que tiene 4 años en esta actividad y que no tiene empleo fijo, ya que se dedica todo el tiempo a peregrinar en las calles y ganarse el sustento para mantener a su mujer y sus dos hijos.
“
Anteriormente trabajaba en las ferias, en los juegos mecánicos viajando por toda la república hasta que un día me invitaron a trabajar de payaso, estando en unión libre con mi mujer y de ahí en adelante empecé como ´Tachuelita´ y actualmente obtengo entre 200 y 300 pesos de ganancia con lo cual salgo adelante con mis gastos”, refiere Vázquez Paulín.
Anteriormente trabajaba en las ferias, en los juegos mecánicos viajando por toda la república hasta que un día me invitaron a trabajar de payaso, estando en unión libre con mi mujer y de ahí en adelante empecé como ´Tachuelita´ y actualmente obtengo entre 200 y 300 pesos de ganancia con lo cual salgo adelante con mis gastos”, refiere Vázquez Paulín.
Producto d e la constancia y el empeño, el entrevistado relató que a pesar de la actitud negativa de sus parientes acerca de su oficio, el supo enfrentar la adversidad y demostrar su valor artístico.
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